El Centro de Centro de gobernabilidad y transparencia del IAE realizó una encuesta informal entre 200 compliance officers para indagar acerca de los temas que más les preocupan. Encabeza el ranking la corrupción (5,92 sobre 10 puntos), le siguen las Regulaciones y la Privacidad y Protección de Datos (3,86/10 y 3,64/10 respectivamente).

Comparto algunas respuestas a una de las preguntas centrales de directores de cumplimiento normativo destacados en Argentina.

¿Cuáles son las cualidades que debe poseer un Compliance Officer?

Ramiro Cabrero, Chief Compliance Officer LATAM de Baker Hughes (A GE Company): la sensibilidad, honestidad y empatía son fundamentales a la hora de generar confianza, característica que debiera destacarse en todo compliance officer. Considero que además debe ser una persona auténtica para combinar sus cualidades personales y profesionales y resultar una persona creíble.

No lo veo como una persona ni más ni menos ética que otro empleado, sino como un experto en la materia que promueve y fomenta espacios adecuados para delinear la cultura de la empresa, algo que no puede depender de una sola persona. En este sentido, debe ser tan íntegro como lo pretende de los demás. La horizontalidad es clave para generar empatía.

Por último pero no menos importante, debe conocer al detalle el negocio para identificar y gestionar adecuadamente sus riesgos.

Maria Soledad Urri, Responsable de Ética y Transparencia en Trenes Argentinos: integridad, honestidad, coherencia, tenacidad, templanza, resiliencia, asertividad y mucha creatividad.

Dalma Parisi, Regional Compliance Officer en Siemens: honestidad, seguridad, liderazgo, saber trabajar en equipo y capacidad de resiliencia.

Maria Juliana Marra, General Counsel-Zurich: yo creo que la principal cualidad que tiene que tener un compliance officer es ser capaz de dar asesoramiento fundado en las normas y valores de la compañía pero sin perder de vista el negocio. Eso requiere un profundo entendimiento de las normas de compliance, de la regulación aplicable al negocio y sobre todo un profundo entendimiento del mismo.

Tomás Thibaud, Director de Legales, Compliance y Asuntos Gubernamentales para 3M Argentina y 3M Uruguay: considero que un compliance officer debe vivir los valores que promulga. Debe estar convencido que lo que dice que hay que hacer, es realmente lo que él mismo hace, ya que una de las formas de promulgar las cuestiones de compliance es con el ejemplo. A veces puede tener ciertas dificultades pues la gente puede mirar con otra lupa y exigir mayores estándares de conducta, pero de todos modos opino que el convencimiento en los valores que se promulgan es lo esencial. Si así no ocurriese, sería muy notable, y el mensaje perdería fuerza y valor.

A la vez el compliance officer debe ser una persona criteriosa y tener el más común de los sentidos. Debe tener capacidad de análisis de riesgo, y cierta flexibilidad para no transformarse en una persona negativa que nadie quiera consultar, pues en caso de no ser consultado, ya sea por temor o por creer que siempre dirá que “no”, perdería toda finalidad su existencia y su función.

El compliance officer está para promulgar una cultura pero a la vez para guiar que los negocios sean realizados de la manera correcta. Me he referido a “guiar” y no a “prohibir”, aunque ciertas veces esto último sea necesario. Hay veces que pueden presentarse dudas sobre si una situación es correcta o no, y eso está bien. Quien se detiene a pensar si algo es correcto o no, es justamente porque se da tiempo a que se prendan las alarmas, las cosas no siempre son tan automáticas y es allí donde el compliance officer puede brindar su asesoramiento, en protección de la compañía, del individuo que consulta, y del resto de los empelados que componen la empresa.

Geraldine Zolkwer, Compliance Counsel, South Market Group– Cosméticos Avon: debe ser una persona íntegra y liderar con el ejemplo. Debe entender el negocio en el que está inmerso para poder llevar a la práctica las políticas corporativas y tener el coraje de enfrentar situaciones difíciles, estableciendo los límites. Debe tener suficiente empatía y generar confianza en los asociados para que accedan a consultar sus inquietudes. Debe ser en esencia una persona ética, con los valores que intenta promover en la organización, ya que en última instancia son esos valores los que nos indican si estamos haciendo lo correcto. Debe saber transmitir esos valores y generar impacto.

 

El compliance officer es una suerte de “trend spotter” para la alta dirección que les debe advertir cuando las formas tradicionales de hacer negocios están cambiando “afuera” y es hora de sumarse al cambio para no quedar expuestos a ser atropellados sin darse cuenta.

 

El compliance officer visto por sus pares (parte II)

Fuente:

IAE – Centro de gobernabilidad y transparencia