La Evaluación Formativa Continua permite al directorio enfocarse en la estrategia

A robust approach to board member evaluations

Publicado en la revista Ethical Boardroom #24 diciembre 2021
Por Alejandra Mastrangelo
Coach de Directorios – Asesora en Identidad y Gobierno Corporativo – Directora Independiente

 

Evaluación Formativa Continua

La Evaluación Formativa Continua que incluye dinámicas interpersonales, puede ayudar a los directorios a enfocarse en la estrategia

 

«¿Cuán objetivas y efectivas son las autoevaluaciones de los miembros de un directorio? ¿Se toman este proceso en serio, es decir, implementan mejoras basadas en estas autoevaluaciones?«

Estas fueron las preguntas provocadoras que me hizo un participante recientemente en la capacitacion  «Guías para la construcción de evaluaciones al gobierno corporativo, de directores y juntas directivas» que fue organizada por el Instituto de Gobierno Corporativo de Panamá, donde fui expositora.

Lamentablemente, mi respuesta fue que la credibilidad de las autoevaluaciones es baja, ya que muchas de ellas se realizan para cumplir con el ente regulador y no como un instrumento de mejora continua.

La evaluación del Directorio genera una cantidad significativa de inquietudes y preguntas:

 

¿Quién está a cargo de implementar la evaluación y cuál es el plan de implementación?

¿Cuál es el rigor metodológico del proceso de evaluación?

¿Cómo se maneja la confidencialidad de los datos recabados?

¿Qué plan de acción surge del proceso de la evaluación?

¿Cuál es el impacto de la evaluación en los miembros del Directorio?

El enfoque innovador de la Evaluación Formativa Continua

La Evaluación Formativa Continua tiene como objetivo orientar, ayudar y capacitar a los miembros de los órganos de gobernanza, con base en un análisis integral de la dinámica interpersonal de los miembros del directorio.

Su propósito es obtener información que nos permita saber cómo capacitar a los directores para mejorar su desempeño.

Es conveniente aclarar que esta metodología no otorga una calificación numérica del desempeño a los directores.

La Evaluación Formativa Continua mejora el crecimiento sostenido de la alta dirección, al detectar la causa raíz de los problemas a los que se enfrentan, para resolverlos y fortalecerse de la retroalimentación inmediata.

Produciendo un conocimiento profundo de la organización, la Evaluación Formativa Continua le permite al directorio profundizar en las funciones de supervisión y control desde una perspectiva multifacética y robusta.

La Evaluación Formativa Continua se realiza de acuerdo con el grado de madurez en torno a las prácticas de gobierno corporativo que tiene la organización, ya sea una empresa con un directorio recién establecido o una organización con una junta con más experiencia.

Los miembros del directorio, los comités, la secretaría corporativa y todos aquellos que dependen e interactúan en el día a día con el directorio son parte de este proceso.

¿Cómo se realiza la Evaluación Formativa Continua?

En empresas que no están familiarizadas con el proceso de evaluación, se implementa por etapas ofreciendo una inmersión en las buenas prácticas de gobierno corporativo.

En las organizaciones que están acostumbradas al proceso de evaluación, se elaboran cuestionarios más profundos para llegar a la fuente de información sobre la efectividad del directorio.

Utilizamos dos herramientas para evaluar la junta directiva:

Para el aspecto técnico de la gobernanza, utilizamos la autoevaluación proporcionada por el Modelo de Excelencia en la Gestión de Directorios de la Fundación Premio Nacional a la Calidad de la República Argentina.

Para el lado humano del directorio, utilizamos la Evaluación Formativa Continua.

Ambas herramientas crean un marco flexible que se puede aplicar en diferentes contextos, desde empresas que no tienen una junta directiva en funcionamiento hasta organizaciones más complejas donde el directorio busca brindar un mayor valor estratégico para que la organización avance.

Nos enfocamos en la información que un director necesita recibir para saber qué está haciendo, cómo lo está haciendo, adónde debe ir o qué estándares debe alcanzar, y cómo logrará esos estándares.

 

La función clave de la retroalimentación del directorio

La retroalimentación, uno de los aportes que produce importantes mejoras en el aprendizaje. Ocupa un lugar relevante en el proceso, impacta en las responsabilidades y funciones de cada director, así como en su implicación y compromiso.

Nuestro enfoque nos permite arrojar luz sobre lo que no contempla la ley: creencias limitantes y problemas subyacentes interpersonales y psicológicos que se dan en las dinámicas de las reuniones de directorio, que impiden su correcto funcionamiento por conductas inapropiadas.

Me refiero aquí al factor humano: rivalidades, problemas intra e interfamiliares, prejuicios, desmotivación, dilación y aversión al riesgo, entre otros factores que deterioran el clima y la cultura, interfiriendo en la óptima toma de decisiones.

Trabajamos con un enfoque innovador con los miembros del directorio, los directores suplentes y los futuros líderes, para que puedan evitar las ‘trampas emocionales’ que impiden que las reuniones del directorio se lleven a cabo de manera adecuada.

La Evaluación Formativa Continua de la junta directiva ofrece múltiples beneficios a la organización:

 

  • Entrar en un proceso de mejora continua desde lo más alto de la organización: accionistas, directores, gerencias y nuevas generaciones de líderes de la organización.
  • Tener claro el propósito, la misión, la visión y los valores organizacionales, fortaleciendo el modelo de planificación estratégica.
  • Pasar de un directorio centrado en el cumplimiento formal a una junta directiva que se centra en la dirección estratégica.
  • Validar los procesos de calidad de los órganos de gobierno y administración.
  • Validar la idoneidad, habilidades, experiencias y conocimientos de los miembros del directorio.
  • Identificar áreas de interés estratégico para planificar el crecimiento sostenible del directorio.
  • Crear conciencia sobre las responsabilidades y roles del directorio y sus comités, individual y colectivamente.
  • Estudiar la dinámica, interacción y comportamiento de los miembros de la junta directiva y sus comités.
  • Establecer procesos de información y coordinación efectiva entre el directorio, la administración y la gerencia.
  • Estructurar la composición del propio directorio y su retribución.
  • Proponer estrategias de sucesión, pactos de accionistas y protocolos familiares.
  • Revisar el enfoque del proceso de transacciones transformadoras.

 

Nuestra experiencia en la implementación de esta metodología nos ha demostrado que cuando la Evaluación Formativa Continua se convierte en una práctica común, el directorio se compromete con la búsqueda permanente de la excelencia.

 

Por Alejandra Mastrangelo
Directora Independiente 
Asesora y Coach de Miembros de Directorios de Empresas Familiares y Multifamiliares,
Divulgadora de temas de Gobernanza organizacional