La información medioambiental, social y de gobierno corporativo (ESG, por su sigla en inglés) es una de las prioridades de las compañías que buscan mejoras continuas en sus sistemas de reporting no financiero para cubrir las demandas de información de sus stakeholders, especialmente, de los inversores institucionales.

Numerosos informes dan cuenta de la relevancia de este tema. En Is your nonfinancial performance revealing the true value of your business to investors? publicado por EY, que recoge la opinión de 320 inversores institucionales de todo el mundo sobre el uso de información no financiera, se refleja que el 68% de los inversores consultados respondieron que la información no financiera ha jugado un papel relevante en sus decisiones de inversión en los últimos 12 meses, frente al 52% registrado en el estudio de 2015 y el 58% de 2013. Respecto de la calidad de esta información, el 60% de los encuestados afirma que las empresas deberían exponer mejor los riesgos medioambientales, sociales y de gobierno corporativo a los que se enfrentan las organizaciones.

«Lo que empieza a pasar es que, dado que invertir en ESG es rentable, las compañías más importantes del mundo comienzan a trabajar estos temas.” Rodrigo Castro, managing director de ESG Compass para América del Sur

Según publicó Forbes el 5 de enero de 2018, “Las corporaciones están pasando de una conciencia creciente de ESG a una postura más proactiva. Los directores están considerando qué impacto tiene ESG en su papel en la supervisión de la estrategia y la planificación de la sucesión. Se enfocan en asegurar que los directorios aborden efectivamente temas de cambio climático, desperdicio, contaminación, agotamiento de recursos hídricos, condiciones de trabajo, derechos humanos, diversidad de empleados, desigualdad de género, diversidad de juntas directivas, ética y pago ejecutivo.

Las empresas deben aumentar su comunicación sobre cómo ESG está afectando su estrategia comercial y su alineación con sus empleados, clientes y accionistas.

Esto abarca la conciencia de abrazar la diversidad en el lugar de trabajo y el impacto ambiental no solo de su negocio, sino de toda la cadena de suministro de bienes y servicios que compra y el impacto que tiene en sus clientes.

El fuerte enfoque en ESG proviene de inversores institucionales importantes como BlackRock y Vanguard, que están adoptando una visión de largo plazo del rendimiento. Estos inversionistas institucionales tienen un gran impacto a la hora de influir en la asignación de capital, el precio de las acciones y la elección de los miembros del directorio.

Además de las constantes presiones sobre los informes trimestrales, existen cuestiones como la mitigación del riesgo ambiental y la diversidad de género, que los grandes inversores creen que pueden afectar el resultado final.

En 2017, el administrador de activos de 2,6 billones de dólares State Street dejó en claro a las aproximadamente 400 empresas estadounidenses que cotizan en bolsa que no tolerarán la falta de diversidad en los directorios. State Street votó en contra de la reelección del presidente o el miembro más alto del directorio o nominación en directorios exclusivos para hombres. Su postura ha sido respaldada con una investigación financiera realizada tanto por Credit Suisse como por MSCI publicada en los últimos 3 años, que reveló que las empresas con directoras generaron mejores retornos que las que no.

ProxyPulse, basado en el análisis de 3.379 reuniones de accionistas celebradas entre enero y junio de 2017, informa que BlackRock, Vanguard y Fidelity votaron a favor de las propuestas de los accionistas relacionadas con la divulgación del cambio climático.

Por su parte, la firma PwC indicó en 2017 que según un estudio de Bank of América, incorporar métricas de ESG es crítico, dado que permite anticiparse a volatilidad futura, riesgo en las utilidades, fluctuaciones en los precios de las acciones, e incluso, quiebras.

Las investigaciones también muestran que cada vez más los indicadores de sostenibilidad se relacionan directamente con la salud financiera de una empresa. Según el estudio de BofA «ESG: good companies can make good stocks«, haber contado con métricas de ESG podría haber ayudado a los inversionistas a evitar un 90% de las quiebras.

«Para mercados emergentes se ha visto que los portafolios que consideran criterios ESG no sólo redujeron riesgos, sino que aumentaron su rendimiento considerablemente», plantea Miguel Chavarría, vicepresidente de MSCI para Sudamérica, agregando que el año pasado, el 50% de sus clientes del segmento asset management recibieron mandatos institucionales relacionados con ESG.

 

«No se trata de una inversión responsable para cambiar el mundo, sino que entender que el mundo cambió y ver cómo el portafolio se verá impactado por estos criterios.” Miguel Chavarría

 

Fuentes:

The Danger Of Not Embracing ESG

Tomorrow’s Investors rules 2017

Is your nonfinancial performance revealing the true value of your business to investors? 2017

ESG: firmas centradas en sustentabilidad son más atractivas para invertir