Entender la noción de gobierno corporativo en el marco de la Empresa Familiar resulta una tarea compleja.
Porque una de las principales características de este tipo de entidades es su variedad. No existen dos empresas familiares idénticas. Por eso mismo, no existe un modelo único de gobierno corporativo aplicable a todas ellas. Ademas, las relaciones que integran el sistema son a menudo desconocidas, difíciles de comprender, mezcla de elementos mercantiles con aspectos emocionales.
A pesar de esta dificultad, algunas empresas de propiedad familiar han implantado estructuras formales de gobierno corporativo y de familia, lo que supone, sin lugar a dudas, un gran avance.
Sin embargo, para muchas empresas familiares sigue siendo difícil definir el papel de estas estructuras o de, simplemente, mejorar su eficacia. En la práctica, estas carencias acaban por convertirse en una rémora para el crecimiento y la capacidad de desarrollo de las empresas.
Existe, pues, la necesidad de seguir profundizando en la relación entre una gestión eficaz de estas estructuras y la capacidad de las empresas familiares para alcanzar sus objetivos de desarrollo.
La mejora de prácticas de gobierno se trata de un elemento clave en la competitividad del tejido productivo en el que todavía se pueden hacer grandes avances.
El Instituto de la Empresa Familiar, dentro de sus actividades orientadas a la investigación, desarrollo y mejora continua de estas compañías, y la Fundación Estudios Financieros, como institución comprometida desde su creación con la difusión del conocimiento del buen gobierno corporativo y de la transparencia empresarial, han creído necesario dar un nuevo paso en el estudio de este activo.
Para ello han elaborado la Guía del Buen Gobierno de la Empresa Familiar.
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