Los diferentes stakeholders (inversores, clientes, reguladores del mercado, empleados, proveedores, sociedad civil, etc.) sondean anualmente los ESG (aspectos sociales, ambientales y de gobierno) a través de los reportes de las compañías.
En los últimos años se multiplicaron las consultas realizadas en la plataforma de inversión Bloomberg sobre ESG. La discusión sobre si es apropiado o no regular la publicación de información sobre sostenibilidad se está inclinando hacia un panorama más regulado y transparente, como lo evidencia la Directiva 2014/95/UE, sobre información no financiera y diversidad. Hoy, el reporting requiere informes detallados sobre la gestión de la empresa, sus riesgos y oportunidades desde un punto de vista no financiero.
Proporcionar esta información genera más rentabilidad para las empresas, con un retorno estimado del 3,25 %. Jaime Silos, director de Desarrollo Corporativo de Forética
Si bien informar sobre sostenibilidad fue inicialmente algo voluntario, según KPMG en la actualidad la tasa de reporte global es del 73 %. La Directiva 2014/95/UE obliga a informar sobre aspectos no financieros como: igualdad de género, anticorrupción, emisiones de CO₂, derechos humanos, derechos sindicales, etc. Esta norma debe adaptarse a la legislación de cada país y rige para aquellas empresas que tengan más de 20 millones de balance, un volumen de negocio superior a 40 millones (Grecia lo ha bajado), más de 500 empleados (en Suecia y Dinamarca más de 250) y consideradas de interés público.
Silos destacó que se trata del primer marco regulatorio internacional de reporte en sostenibilidad y obliga a incorporar en las memorias anuales de las compañías información sobre aspectos ambientales, sociales, diversidad y buen gobierno corporativo.
Estándares internacionales de información no financiera
Los estándares internacionales permiten comparar la información, la competencia, la transparencia y el desempeño en sostenibilidad de las empresas. Los que más se destacan son:
GRI: es la guía para elaboración de memorias de sostenibilidad más utilizada del mundo. Se basa en el estudio de los aspectos más relevantes para cada empresa con el objetivo de proporcionar información para todos sus grupos de interés.
SASB: principalmente utilizado en EE.UU., está dirigido a inversores de todo tipo con el objetivo de presentar información requerida por la Comisión de Valores y Bolsas de EE.UU.
IIRC: propone integrar información financiera y no financiera con el fin de facilitar la comprensión de la estrategia global presente y futura de la empresa.
Si bien cada uno de estos estándares atiende a un segmento de mercado diferente, el instrumento, la esencia, es la misma: información cuantitativa (indicadores) y cualitativa sobre aspectos no financieros para suplementar la información financiera tradicional, con el fin de evaluar las perspectivas de la empresa.
Informar: cómo y cuánto
A la hora de realizar un reporte es importante evaluar y tomar decisiones acerca de cuál va a ser el nivel de detalle y la extensión de las memorias, la periodicidad de la publicación de contenido no financiero, la presentación (impreso o digital), entre otras cuestiones a considerar:
¿Extender o sintetizar la información? Aunque los grupos de interés reclaman mayor transparencia e información detallada, las memorias de sostenibilidad pueden resultar muy extensas y tediosas de leer. Lo esencial es comunicar los aspectos más relevantes, más allá de la extensión. Un informe no es más efectivo cuanto más extenso es, y viceversa.
¿En tiempo real o en forma periódica? No es imperativo publicar información en tiempo real sobre las emisiones de CO₂ de una empresa como si se tratara del valor de sus acciones. Pero puede agregar valor. A menos que interfiera con la perspectiva de largo plazo. Es necesario analizar las conveniencias en cada caso.
¿Impreso o digital? En la actualidad el formato ideal es el digital, que además permite desglosar la información relevante y los indicadores específicos para los diferentes grupos de interés.
La demanda de información es constante y requiere de la inmediatez, lo que en algunos casos supone un riesgo para la calidad del reporte, independientemente de la periodicidad, el formato y el estándar elegidos.
En esta carrera creciente por lograr la transparencia las empresas se ven obligadas a definir y comunicar su modelo de negocio, sus objetivos y rendimiento. Es importante contar con directores capacitados en la recolección, administración y comunicación de los datos relevantes para que esta tarea no afecte el tiempo ni la performance en el resto de las ocupaciones del directorio.
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