Si bien la representación femenina en los directorios ha aumentado en promedio 24 puntos porcentuales desde 2005 hasta 2016, todavía hay bastante camino que recorrer

Una sola mujer en el Directorio suele ser poco escuchada y no tenida en cuenta en la toma de decisión, ya que encarna “el punto de vista femenino”, lo que hace que muchos colegas pongan el género por delante de sus aportes profesionales.

Dos mujeres en una Junta suelen ser más escuchadas, pudiendo presentar diferentes puntos de vista y alentar al grupo a evaluar ambas opiniones.

La inclusión de tres o más mujeres convierten a la diversidad en “lo normal”, lo que les permite ocupar un rol más activo en discusiones y toma de decisión.

Es necesaria una masa crítica de tres o más mujeres en un directorio para causar un cambio relevante que se refleje en el Gobierno Corporativo.

Lo que revelan los estudios

Las empresas que adoptan como principio el equilibrio de género benefician su reputación, ya que son reconocidas como una insignia de buen gobierno, lo que influye en su competitividad internacional. Algunos inversores ya empiezan a exigirlo.

Un estudio reciente de la banca de inversión sobre negocios australianos concluyó que si la brecha de género se elimina, puede haber un aumento de hasta un 12 % en la productividad de los negocios.

Según un informe sobre Género en el trabajo, elaborado por PNUD Argentina en 2014, el 31,6% de las mujeres que trabajan se encuentra en puestos de decisión.

En el Reino Unido, las compañías con mejores prácticas de Gobierno Corporativo y mayor capitalización bursátil presentan un mayor número de mujeres consejeras, lo que apoya la idea de que la diversidad de género forma parte del buen Gobierno Corporativo, que incrementa a largo plazo el valor de la empresa (*).

Aportes positivos de la mujer en Directorios:

– Se promueve un estilo de liderazgo colaborativo que beneficia la dinámica de la sala de Juntas.

– Es menos probable que los problemas y temas difíciles sean ignorados o descartados sin antes ser evaluados.

– La dinámica de la sala de Directorio es más abierta y colaborativa.

– Es más probable que el contenido de la discusión de la mesa directiva incluya las perspectivas de los múltiples actores que afectan y se ven afectados por el desempeño de la empresa, no solo los accionistas sino también los empleados, los clientes, los proveedores y la comunidad en general.

Para pasar del interés a la acción se recomienda incluir, en la agenda del directorio, la diversidad en las nominaciones con foco en la formación, las experiencias, antecedentes y perspectivas, género, edad y etnia, tanto en lo alto de la dirección como en el resto de la organización.

Al respecto, será útil formularse las siguientes preguntas:

¿Cómo define el directorio la diversidad en la organización?

¿Cuáles son las tácticas de inclusión para mantener en el tiempo un nivel adecuado de diversidad?

¿Qué talentos son necesarios en el directorio para cumplir con los objetivos estratégicos?

Alejandra Mastrangelo

(*) El lado femenino del poder