En el intento de promover la estabilidad financiera y mejores prácticas de gestión de riesgos, la Ley Dodd-Frank ha introducido una serie de importantes reglas de compensación ejecutiva que afectan a todas las empresas públicas estadounidenses.
En su articulo Simone Sepe Making Sense of Executive Compensation sostiene que el Congreso no ha respondido con precisión a tres preguntas básicas al promulgar la nueva legislación:
- ¿Cuáles son los problemas clave que afectan a la compensación ejecutiva?
- ¿Cuál es la posible solución?
- ¿Cuál es el papel de la regulación en la implementación de la solución?
Al abordar estas preguntas, Simone Sepe llego a tres conclusiones:
Primero, sostiene que cualquier reforma integral de la compensación ejecutiva debe tener en cuenta dos problemas de riesgo moral: inducir a los gerentes a desempeñarse (es decir, el problema del esfuerzo) y evitar que asuman demasiado o muy poco riesgo (es decir, el problema de toma de riesgos ineficaz).
En segundo lugar, sugiere que analizar los contratos de trabajo de los gerentes como de naturaleza relacional, como lo son en realidad, ofrece importantes conocimientos sobre cómo implementar esquemas de compensación eficientes.
En tercer lugar, afirma que la regulación de la remuneración de los ejecutivos es necesaria para remediar las ineficiencias dentro de la estructura organizativa de la corporación pública que obstaculizan la adopción de programas de pago mixtos óptimos.
El documento completo está disponible para descargar aquí .